jueves, 22 de octubre de 2009

I gotta feeling.

- Si, venga, dos días en su casa y no habéis echo nada? Pero por favor Naty, que tienes en la cabeza? Tíratelo ya!
- Sophie, cállate!
Todo el mundo nos miraba, ya que ella era incapaz de hablar como la gente normal, y parecía que tenía un megáfono incluido de serie.
- Pero tía, es que tengo razón, lo vuestro es muy rarito eh?
- Haber, tampoco sé si tenemos algo…
- Pero bueno! Llevas dos días seguidos en su casa, tres y medio si contamos el otro día. Eso es por algo tonta, no porque a él le guste lo bonita que quedas como lámpara.
- Pero serás idiota!
Y nos comenzamos a reír a carcajadas, sin importarnos estar rodeadas de gente.
- Bueno, bueno, hablemos de otra cosa. – le dije – al final como vas a hacer con el curso?
- Pues no sé. Creo que repetiré en vez de dejarlo, porque al fin y al cabo, no voy a sacar cinco en segundo de bachiller, asique repetiré, me prepararé bien, y ya decidiré lo que voy a hacer.
- Como no vas a sacarlas? Tienes dos meses para estudiar a fondo y pirarte del instituto, aprovéchalos!
- Lo intentaré, pero bueno, por si acaso ya me hago a la idea. Y tú qué vas a hacer con tu primer verano libre sin estudios?
- Disfrutar, y no hacer absolutamente nada…
- En casa de Álex no? O en la tuya?
Y otra vez llenamos el bar con nuestras risas tontas, como las adolescentes que estábamos dejando de ser. Se avecinaban grandes cambios, como las separaciones de tus compañeros de clase y los nervios por comenzar algo nuevo donde nadie te conoce. Dios, como iba a echar de menos a Sophie en su vida día a día.
Las horas siguieron pasando mientras las dos nos íbamos de compras y cenábamos en un burger. Al acabar el día, llegué muerta a casa, pero aún seguía sonriendo por las tonterías de Sophie.
Puse las bolsas en la cama, encendí el portátil, y recogí la ropa nueva. Me duché, me puse el pijama, y, cogiendo el portátil, me senté en la cama. Miré el msn, pero no, tu no estabas conectado, sin embargo tenía un correo tuyo en la bandeja de entrada.
“Un día sin tenerte al lado y te extraño en casa. Pronto te veré, tenlo seguro. Buenas noches, y que sueñes con cosas tan bonitas como tu enana. Un beso.”
“Álex! Yo también te he echado de menos. Y ahora tendré que soñar contigo, ya que eres lo más bonito que puedo conocer. Muchas ganas de verte. Kiss!
Y, apagando el portátil, me dispuse a soñar con una vida eterna. A tu lado.

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