Tengo miedo, y esta vez es de las pocas veces que soy capaz de reconocerlo. Tengo miedo a que todo salga mal, que nunca pueda llegar a verte la cara, que no seas más que una pequeña ilusión. Tengo miedo a no resistir, a llorar, a hundirme y no volver a levantarme, a no volver a caminar por tus esperanzas. No te conozco, pero me siento próxima a ti, como si te viviera, como si yo fuera tu, como si tu me guiaras. Nunca he sabido expresarme con claridad, no cuando tantos sentimientos están involucrados. Pero esta es la verdad. Tengo miedo, tanto miedo, que me cuesta hablar, tanto miedo, que no soy capaz de pedir ayuda, tanto miedo, tanta necesidad, que nada me consuela.